Escritos paulinos.
Comienzo del año paulino.
En la Basílica de San Pablo Extramuros en la tarde del sábado 28 de junio de 2008. Image

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Los escritos de san Pablo

Introducción: Canon del Nuevo Testamento

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El canon de la sagrada Escritura.

La relación entre el NT y el AT es la del cumplimiento de la promesa. Si el AT relata lo que Dios habló "en otro tiempo a los padres por los profetas", el NT relata esa palabra final que habló en su Hijo, en la que toda la revelación anterior quedó resumida, confirmada, y adquirió trascendencia. Las portentosas obras de la revelación en el AT culminan en la obra redentora de Cristo; las palabras de los profetas del AT reciben su cumplimiento en él. Pero Cristo no constituye únicamente la revelación culminante de Dios al hombre; es también la perfecta respuesta del hombre a Dios, el sumo sacerdote a la vez que el apóstol de nuestra confesión (He. 3.1). Si el AT registra el testimonio de los que vieron el día de Cristo antes que amaneciera, el NT registra el testimonio de los que lo vieron y lo oyeron en los días de su carne, y que llegaron a comprender y a proclamar el sentido de su venida más plenamente, por el poder de su Espíritu, después de su resurrección de entre los muertos.

El NT ha sido aceptado por la gran mayoría de los cristianos, en los últimos 1.600 años, con sus 27 libros. Estos 27 libros se distribuyen en forma natural en cuatro divisiones: (a) los cuatro evangelios, (b) los Hechos de los Apóstoles, (c) 21 cartas escritas por apóstoles y "hombres apostólicos", (d) el Apocalipsis. Este orden no sólo es lógico, sino aproximadamente cronológico en cuanto se refiere al contenido de los documentos; no corresponde, sin embargo, al orden en que fueron escritos.

Los primeros documentos neotestamentarios que se escribieron fueron las primeras epístolas de Pablo. Estas (juntamente, tal vez, con la Epístola de Santiago) fueron escritas entre el 48 y el 60 d.C., antes que se escribiese el más primitivo de los evangelios. Los cuatro evangelios pertenecen a las décadas entre el año 60 y el 100, y todos (o casi todos) los demás escritos del NT deben ubicarse también dentro de dichas décadas. Mientras que la preparación del AT abarca un período de 1.000 años o más, los libros del NT se escribieron en menos de un siglo.

Los escritos del NT no fueron reunidos en la forma en que los conocemos ahora inmediatamente después de que fueran escritos. Al principio cada uno de los *evangelios tuvo una existencia local e independiente en los distritos para los cuales fueron compuestos originalmente. A comienzos del s. II, empero, fueron reunidos y comenzaron a circular como un solo relato cuádruple. Cuando así ocurrió, *Hechos fue separado de Lucas, con el que había formado hasta ese momento una sola obra en dos tomos.

CORPUS PAULINO:

Las cartas de Pablo fueron conservadas al principio por las comunidades o individuos a quienes fueron escritas. Pero hacia fines del s. I hay indicios que sugieren que la correspondencia paulina que se conservaba comenzó a ser reunida en un corpus paulino, que rápidamente circuló entre las iglesias: primeramente un corpus reducido de 10 cartas y, poco después, uno más completo con 13 cartas, que se aumentó con la inclusión de las tres *epístolas pastorales. Dentro del corpus paulino parecería que las cartas han sido ordenadas no cronológicamente sino en un orden descendente según su extensión. Este principio puede verse todavía en el orden en que aparecen en la mayoría de las ediciones del NT hoy en día: las cartas dirigidas a iglesias vienen antes que las que están dirigidas a individuos, y dentro de estas dos subdivisiones están dispuestas de modo que las más largas vienen primero y las más cortas al final. (El único caso en que no se cumple esta disposición es el de Gálatas, que viene antes de Efesios, a pesar de que Efesios es ligeramente más larga que la otra.)

Con la colección de los evangelios y el corpus paulino, y Hechos para hacer de puente entre ambos grupos, tenemos el comienzo del *canon del NT como lo conocemos hoy. La iglesia primitiva, que heredó la Biblia hebrea (o la vss. gr. de la LXX) como sus Escrituras sagradas, no tardó mucho en colocar los nuevos escritos evangélicos y apostólicos a la par de la Ley y los Profetas, y en usarlos para la propagación y la defensa del evangelio, como así también en el culto cristiano. Así, Justino Mártir, alrededor de la mitad del ss. II, describe cómo los cristianos en sus reuniones dominicales leían "las memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas" (Apología 1. 67). Era natural, por lo tanto, que cuando el cristianismo se extendió entre pueblos que hablaban lenguas que no fuera el griego, el NT fuese traducido del griego a dichas lenguas para beneficio de los nuevos conversos. Para el año 200 d.C. había ya versiones latinas y siríacas, y dentro del siglo siguiente ya existía una versión copta también.

Hoy continúan los estudios sobre los códices que dieron origen al CANÖN BIBLICO. Estos estudios hacen que se tenga que revisar determinadas interpretaciones de los textos bíblicos. Respecto a San Pablo, recientes estudios, plantean una nueva visión de su papel en los orígenes de la Iglesia.


Es importante hacer notar, que tanto por la prontitud en la que fueron escritas las Cartas (ca. 45-65 d.C), como por el testimonio de fe en Jesucristo que en ellas encontramos (muchas veces recoge himnos litúrgicos y credos de las primeras comunidades), así como por el interés que puso en su predicación por mantenerse fiel al Evangelio, a la tradición y a la autoridad de los Apóstoles, todo esto, decía, nos confirma en la certeza de que la fe que profesamos es la misma fe que tuvieron los Apóstoles y los primeros cristianos.

A continuación enumeramos las Cartas de san Pablo (Si te interesa ir a cada carta, puedes hacerlo desde el enlace puesto al principio de esta página, como enlace ajeno al sitio).

1.Las epístolas a los Tesalonicenses: generalidades

1ª Carta a los Tesalonicenses (1 Tes)

2ª Carta a los Tesalonicenses (2 Tes)

2.Las “Grandes epístolas”:

Las epístolas a los Corintios:

1ª Carta a los Corintios (1 Cor)

2ª Carta a los Corintios

La Carta a los Gálatas

La Carta a los Romanos.

3. Las epístolas de la cautividad:

La Carta a los Filipenses (Flp)

La Carta a los Efesios (Ef)

La Carta a los Colosenses (Col)

Filemón (Flm)

4.Las epístolas pastorales:

La 1ª Carta a Timoteo

La 2ª Carta a Timoteo (2 Tim)

La Carta a Tito (Tit)

5. La epístola a los Hebreos (Heb)

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